Mejorar Tu Circulación Es Mejorar Tu Belleza

Las piernas son una parte del cuerpo que, sencillamente, encantan al sexo opuesto; además se encargan de funciones de gran importancia para nuestra vida, por lo que además de los cuidados básicos, debemos consentirlas y asegurarles buenos hábitos que las mantengan saludables y bellas. La mala circulación sanguínea es la causante principal de problemas de belleza y salud como la retención de líquidos, las várices y la celulitis, que dan una apariencia antiestética que puede hacernos sentir incómodas y sin deseos de usar faldas o trajes de baño que muestren las huellas de nuestros excesos.
Sin embargo, es posible mejorar nuestra circulación sanguínea y con esto tendremos beneficios en todo el cuerpo, ya que la sangre transmite oxígeno a los órganos, con lo que estos pueden funcionar adecuadamente. El órgano más grande del ser humano es la piel, y si esta no recibe suficiente oxígeno y una exfoliación adecuada, no puede realizar sus funciones de regeneración, nutrición y desintoxicación, lo que implica que una piel con buena circulación estará impecable y bella.

La mayoría de los problemas circulatorios son hereditarios, pero otros son consecuencia de nuestro estilo de vida, por lo que podemos cambiar algunos hábitos para mejorar:

  • Ejercicio cardiovascular

Por más obvio que suene, es lo más difícil de hacer (para algunas); los ejercicios cardiovasculares son de gran importancia para mantenernos en un peso corporal adecuado y para mantener la salud de nuestra piel, ya que cuando hacemos cardio, la sangre circula por todo el cuerpo ya que necesita oxigenar para que haya más energía. Basta con caminar más de media hora, correr, andar en bicicleta, bailar o nadar un mínimo de media hora, tres veces a la semana.

  • Si estás mucho tiempo sentada, cambia de posición

A veces, el trabajo nos hace permanecer sentadas por más de 6 horas seguidas, lo que provoca que la circulación se detenga en algunas zonas especiales del cuerpo, como las piernas, por lo que se recomienda cambiar de posición constantemente así como movernos, por ejemplo para levantarnos por agua, evitando pasar más de media hora sin levantarnos. Después del trabajo, además de caminar, podemos recostarnos en plano y subir los pies en almohadas o en una silla para favorecer la circulación.

  • Una alimentación balanceada

Alimentos como los cítricos, con vitamina C, son excelentes para la circulación ya que adelgazan el flujo sanguíneo y fortalecen las paredes capilares. Evitemos alimentos ricos en grasas y sal, que favorecen la retención de líquidos.

  • Agua, agua y más agua

Gran parte de la sangre se compone por agua, por lo que al deshidratarnos la sangre se vuelve densa, pesada y de lenta circulación. Beber dos litros de agua al día nos ayudará a tener un mejor aspecto de la piel, una circulación más rápida y a sentirnos mejor.

  • Masajes

En los centros comerciales podemos encontrar cremas con castaño de indias o centella asiática que favorecen a la circulación, por lo que podemos utilizarlas para hacernos masajes o cepillados en seco que hacen que la circulación sea más eficiente y mejoran el aspecto de la piel.