Descubre el tratamiento más efectivo para combatir el fotoenvejecimiento

El envejecimiento de la piel es uno de los temas que más preocupación causan a las personas, sin importar si son hombres o mujeres. La comunidad médica ha investigado tratamientos para frenar el proceso de envejecimiento y para tratar de retrasarlo el mayor tiempo posible, y se ha enfocado en mejorar la nutrición, mantener la piel y el cuerpo hidratados, protegerse del sol, el consumo de suplementos, entre otras áreas de estudio.

La cirugía estética y la medicina cosmética brindan resultados satisfactorios y comprobables en cuestión de rejuvenecimiento: desde cirugías como la blefaroplastia, lifting facial, o bien hilos tensores y terapias de calor para estimular la generación de colágeno son tratamientos cada vez más buscados, y que incluso se complementan entre sí.

Sin embargo hay un área de investigación cuyos efectos benéficos están siendo comprobados: las células madre. En nuestro organismo existen células de todo tipo: sanguíneas, óseas, musculares y las células especializadas se renuevan o proliferan para diferenciarse.

El tratamiento de celulas madre combate todo tipo de enfermedades, especialmente cuando se usan para fortalecer las defensas del sistema inmunitario. A medida que envejecemos, las células madre y su potencia comienzan a disminuir, por ello buscar el trasplante de células autólogas puede ayudar a incrementar la longevidad y la apariencia de juventud en la piel.

Además del proceso natural de envejecimiento, la dieta deficiente puede reducir la disponibilidad de las células madre. Estas dietas consisten en un exceso de azúcar y grasas dañinas que debilitan la capacidad del cuerpo para regenerarse y por ello es más frecuente observar los signos de la edad en personas con sobrepeso y obesidad.

Además, las células madre también se relacionan con el fotorejuvenecimiento. El fotoenvejecimiento se relaciona con la exposición excesiva al sol y los rayos UV, los cuales propician la aparición de manchas en la piel, arrugas, resequedad, pérdida de elasticidad, flacidez y falta de brillo natural.

Las células madre ayudan a combatir los daños causados por la exposición solar, por lo que retrasan la aparición de arrugas, manchas solares y otros problemas de la piel, pero también la protegen de daños mayores como el cáncer, ya que al circular por las capas internas de la piel interactúan con la elastina, que favorece la regeneración de los tejidos.

Al poco tiempo del trasplante de células madre, estas llegan a las capas más profundas de la piel y reemplazan las células envejecidas por nuevas fibras, que regeneran todo el tejido y mejoran la apariencia externa. La recomendación, si buscas estos tratamientos, es acudir solo con profesionales para ver resultados duraderos, satisfactorios y benéficos tanto para tener una apariencia más joven, como para mejorar tu salud.