Tabaco y azúcar, enemigos de tu belleza

Para ser bellos por fuera, es necesario cuidarnos por dentro y con esto no solo nos referimos a nivel espiritual; la salud de nuestro cuerpo se refleja en el órgano más grande que tenemos: la piel. Y para lucir una piel radiante y bella, mantenernos lejos de las adicciones es una prioridad.

Existen muchas drogas con alto poder adictivo, de las cuales se han realizado múltiples campañas informativas para mantenernos lejos de ellas, pero hay dos drogas que son ultra-adictivas, letales, que nos enferman y, además, afectan nuestra piel, cabello, nos hacen envejecer prematuramente y dañan los dientes. Sí, estamos hablando del azúcar y el tabaco y hoy te contaremos sus principales efectos dañinos.

La adiccion al azucar debe ser considerada como un enemigo silencioso, pues no parece hacernos daño e incluso es parte de la sociedad y cultura popular moderna. Uno de los principales efectos adversos del azúcar en la piel es el acné, que si bien se relacionó por mucho tiempo con el consumo de grasa, es exacerbado por una dieta alta en carbohidratos refinados: galletas, chocolates, pan, comida chatarra (aunque su sabor sea salado, tiene mucha azúcar).

El azúcar además daña el colágeno y elastina de la piel, contribuyendo a la formación de arrugas y flacidez en la piel; además, inhibe la acción de los antioxidantes naturales. ¿La consecuencia? Envejecimiento prematuro, aparición de manchas cuando nos exponemos al sol, aumento de peso, además de las ya mencionadas arrugas y flacidez.

Otro efecto indeseado de la adicción al azúcar es la retención de líquidos, que provoca la aparición de bolsas en los ojos, inflamación en los dedos, piernas hinchadas, várices y celulitis.

Por su parte, el cigarro además de provocar enfermedades graves como el cáncer, daña la piel de diversas formas: afecta la formación de colágeno y elastina por lo que provoca la aparición de arrugas prematuras y profundas, especialmente en ojos y boca por la contracción de los labios y al entrecerrar los ojos al fumar. Además la piel luce ceniza, reseca y sin brillo.

La nicotina daña las fibras de la piel, provocando la aparición de estrías y, ya que interfiere en la circulación sanguínea, las heridas tardan más en cicatrizar por lo que las estrías son más profundas y visibles; por ello, si pensabas que los parches de nicotina   eran una buena alternativa para dejar de fumar, te recomendamos pensarlo dos veces antes de pensar en meter más de esta toxina a tu organismo.

El humo del cigarro se queda en los dientes, como si fuera comida, y provoca la aparición de sarro, mal aliento y dientes que van de amarillentos a negruzcos, haciendo que te veas de una edad mayor a la que tienes.

Si todos los efectos dañinos a la salud no te habían hecho considerar dejar tus adicciones por el cigarro y el azúcar (especialmente si tienes ambas), la información anterior probablemente te haga reflexionar y decirte a dar el primer paso para vencerlas y tener una vida más saludable, tu piel te lo agradecerá.